Nicolás Maduro, presidente de Venezuela desde 2013, ha mantenido el poder de manera inquebrantable a través de una combinación de estrategias políticas, económicas, represivas y geopolíticas. A continuación, se describen algunos de los principales factores que han contribuido a su perpetuación en el poder, así como las señales de una confrontación continua en el horizonte:
Consolidación del Poder Político
- Control sobre las instituciones: Maduro ha asegurado el dominio del Ejecutivo sobre instituciones clave, como el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y el Consejo Nacional Electoral (CNE), reduciendo significativamente la independencia de los poderes del Estado.
- Asamblea Nacional Constituyente: En 2017, creó esta asamblea paralela, deslegitimando la Asamblea Nacional elegida democráticamente y controlada por la oposición. Esto debilitó aún más cualquier contrapeso a su poder.
- Reelección controvertida en 2018: Las elecciones de 2018, ampliamente criticadas por irregularidades y falta de garantías democráticas, resultaron en su reelección. Estas elecciones no fueron reconocidas por gran parte de la comunidad internacional.
Represión y Control Social
- Fuerzas de seguridad: Maduro ha utilizado las fuerzas militares y policiales para reprimir protestas, encarcelar a opositores y neutralizar amenazas internas. Además, ha mantenido la lealtad de los militares mediante privilegios económicos y el control de actividades como la explotación de recursos.
- Criminalización de la oposición: Líderes opositores han sido encarcelados, exiliados o inhabilitados políticamente, lo que ha fragmentado y debilitado el movimiento opositor.
- Espionaje y vigilancia: El uso de tecnología y redes de informantes ha permitido sofocar cualquier intento de organización en contra de su régimen.
Dependencia Económica y Aislamiento
- Control económico: A pesar del colapso económico, Maduro ha usado mecanismos como los CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción) para mantener el control social a través del suministro de alimentos y bienes básicos.
- Relaciones internacionales: Su alianza con países como Rusia, China, Irán y Turquía ha proporcionado financiamiento y apoyo diplomático para contrarrestar las sanciones internacionales. Su relación cercana con Cuba y Nicaragua ha consolidado un bloque regional autoritario.
Geopolítica y Amenazas de Confrontación
Maduro ha adoptado un discurso de resistencia frente a lo que describe como un intento de «imperialismo» encabezado por Estados Unidos y otros países occidentales. Sus recientes declaraciones junto a Cuba y Nicaragua refuerzan la idea de que el bloque regional está dispuesto a defender sus gobiernos a cualquier costo, incluyendo medidas no democráticas y potenciales confrontaciones internacionales.
En este contexto, Maduro cierra cualquier vía de solución democrática:
- Estrategias de intimidación: Las amenazas de confrontación y la militarización del discurso refuerzan la idea de un régimen dispuesto a perpetuarse a través de la fuerza.
- Falta de negociación: A pesar de algunos intentos de diálogo, la negativa del régimen a comprometerse en reformas reales ha generado escepticismo sobre cualquier solución negociada.
- Eliminación de alternativas: Las condiciones electorales permanecen controladas, dejando pocas opciones para una transición democrática.
El Futuro: Confrontación o Estancamiento
El panorama para Venezuela apunta a una mayor confrontación. Maduro parece estar construyendo un camino sin retorno, donde la perpetuación en el poder es su único objetivo, sin importar las consecuencias para la nación. Esto crea un ambiente de tensión interna y externa, con el riesgo de colapsos sociales o enfrentamientos violentos en el futuro.