Sin Pulso la Confirmación del Dr. Víctor Ramos

Sin Pulso la Confirmación del Dr. Víctor Ramos

La confirmación del Dr. Víctor Ramos como secretario de Salud aparenta estar sin vida. Además de la oposición de los senadores del PNP que ya han expresado su desacuerdo, enfrenta otros retos mayores que salpican hasta La Fortaleza.

Desde la confirmación de Robert F. Kennedy como secretario de Salud y director del Departamento de Health and Human Services hasta el rechazo de prominentes figuras del tercer sector y la base de fe, la nominación del Dr. Ramos se ha convertido en un tema controversial. A esto se suma el rechazo de sus propios colegas en la profesión médica, quienes lo han catalogado como antiético y han señalado que mantiene una actitud revanchista, reflejada en su gestión como expresidente del Colegio de Médicos.

El sector religioso, al que muchos atribuyen haber marcado la diferencia en la victoria electoral de Jenniffer González, ha manifestado su incomodidad y rechazo al nominado secretario de Salud. La confirmación del Dr. Ramos representaría un golpe bajo por parte del PNP a este grupo, que observa con detenimiento las ejecutorias y promesas de la nueva administración.

Las diferencias del Dr. Ramos con sus colegas no son nuevas. Aunque muchos guardan silencio por temor a represalias en caso de que sea confirmado, su falta de apoyo dentro del gremio médico es evidente.

Lo más relevante en este momento es lo que acaba de ocurrir a nivel federal: Robert F. Kennedy ha sido juramentado como secretario de Salud. Junto al presidente Trump, ya ha adelantado cambios significativos en estrategias y enfoques que contrastan diametralmente con la visión del nominado secretario de Salud en Puerto Rico.

Ahora, los legisladores deben evaluar y decidir entre favorecer al Dr. Víctor Ramos, un claro contribuyente a las campañas electorales de los legisladores y de la gobernadora del PNP, o pensar en la salud de los puertorriqueños rechazando su nominación y eligiendo a una persona alineada con las nuevas directrices federales.

Sabemos que hay excelentes candidatos que podrían desempeñar un mejor papel, adaptándose al ritmo de la nueva gobernanza federal. Lo que se determinará en los próximos días es qué es más importante para esta administración: la salud del pueblo o el agradecimiento a un inversionista político.

Ya hemos visto las consecuencias de no saber jugar el juego federal con lo que está ocurriendo en Nueva York. Puerto Rico y su gente no pueden ser rehenes de una administración torpe que no sepa elegir a los miembros de su gabinete, sin importar los favores políticos que les deban. Si se trata de reconocer su aportación económica, que le hagan una placa y se la entreguen, pero bajo ninguna circunstancia deberían darle la responsabilidad de dirigir una de las agencias más cruciales para el bienestar de nuestra gente.

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ByTIVA