San Juan, Puerto Rico —
Una crisis silenciosa se está gestando en nuestras comunidades y, ahora, dentro de las mismas escuelas. Profesionales de la salud y la educación han levantado la voz: el consumo de marihuana entre niños y jóvenes está aumentando rápidamente, y sus consecuencias son devastadoras.
Según médicos, psicólogos y maestros, la exposición temprana al cannabis está provocando daños físicos, emocionales y cognitivos severos que podrían marcar a esta generación de por vida.
🔴 Efectos en la salud mental y emocional
El consumo de marihuana interfiere directamente con el desarrollo del cerebro. Entre los efectos más graves se encuentran:
-
Alteraciones en el desarrollo neurológico: El cerebro continúa formándose hasta los 25 años. La marihuana afecta las áreas responsables del juicio, la memoria y el autocontrol.
-
Aumento en los trastornos de ansiedad y depresión: Se ha documentado un vínculo claro entre el uso de marihuana y el deterioro del bienestar emocional, especialmente en jóvenes con predisposición a condiciones mentales.
-
Psicosis y esquizofrenia: En algunos casos, el consumo frecuente o de productos con alta concentración de THC ha provocado episodios psicóticos agudos, incluyendo paranoia, alucinaciones y despersonalización.
-
Aislamiento social y fracaso escolar: El consumo está asociado con pérdida de motivación, disminución del rendimiento académico y abandono escolar.
🧠 Impacto en el aprendizaje y el comportamiento
-
Problemas de atención y concentración: Los estudiantes que consumen marihuana presentan dificultades para mantenerse enfocados, lo que afecta su capacidad de aprendizaje.
-
Impulsividad y agresividad: Se ha observado un incremento en comportamientos impulsivos, agresivos y desafiantes, tanto en el hogar como en el entorno escolar.
-
Déficit de memoria a corto plazo: Esto impacta directamente el rendimiento académico, la capacidad de retención de información y la organización de ideas.
🩺 Riesgos físicos
-
Síndrome de vómitos cíclicos (hiperémesis cannabinoide): Una condición dolorosa y debilitante en la que el paciente sufre náuseas y vómitos constantes.
-
Dificultades respiratorias: Aunque no se queme directamente, muchas presentaciones como vaporizadores y aceites afectan los pulmones y pueden provocar bronquitis crónica o asma.
-
Intoxicación severa y hospitalizaciones: Muchos productos de marihuana disponibles hoy tienen concentraciones de THC mucho más altas que las de décadas anteriores, lo que puede provocar intoxicaciones graves, incluso con una sola dosis.
📉 El acceso a menores: un problema fuera de control
Fuentes dentro del sistema educativo alertan que niños y adolescentes están adquiriendo marihuana a través de adultos con permisos legales, quienes, fuera de toda legalidad, están revendiendo estos productos.
Los productos llegan en forma de comestibles, dulces, gotas o vaporizadores, lo que facilita su consumo discreto dentro de escuelas y hogares.
Los resultados son alarmantes: niños intoxicados, estudiantes desorientados en el salón de clases, brotes de ansiedad y pánico, y un sistema que no da abasto para contener la ola.
⚠️ Conclusión
Puerto Rico enfrenta una emergencia silenciosa que amenaza el futuro de nuestros jóvenes. No se trata solo de un problema legal o disciplinario, sino de una verdadera crisis de salud pública que requiere acción inmediata de las autoridades, las familias y las comunidades escolares.
El llamado es claro: protejamos a nuestros niños de una droga que está destruyendo su mente, su cuerpo y su futuro. La salud y seguridad de esta generación no puede quedar en manos del descuido o la permisividad. Actuar ahora es una responsabilidad urgente de todos.