Por José «Joe» Vargas

Kiev Lanza la “Operación Tela de Araña” con Drones de Largo Alcance

Kiev / Washington D.C., 3 de junio de 2025 — El 1 de junio, Ucrania lanzó la “Operación Tela de Araña”, una táctica operación ofensiva con drones ejecutada por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), impactando directamente en el corazón de la infraestructura aérea rusa. Cuatro bases fueron atacadas: Belaya, en Siberia; Olenya, en la región ártica de Murmansk; y dos aeródromos militares clave en Kursk y Engels, este último ubicado cerca de Saratov. La operación, logró inutilizar bombarderos estratégicos Tu-95 y Tu-22, ambos capaces de lanzar misiles de crucero y portar armamento nuclear.

🛰️ Detalles del Ataque

La ofensiva fue ejecutada con drones FPV (First Person View) y otras variantes de vehículos aéreos no tripulados (UAVs), que fueron introducidos en territorio ruso utilizando camiones de carga y cabinas móviles camufladas. La base aérea de Belaya, ubicada a más de 5.000 km de la frontera ucraniana, fue alcanzada junto a Olenya, situada a 1.800 km al norte. También atacaron los aeródromos de Kursk y Engels, este último uno de los centros neurálgicos de la aviación estratégica rusa.

💥 Impacto y Daños Reportados

De acuerdo con el Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, 13 aviones fueron destruidos y varios más resultaron gravemente dañados. Sin embargo, publicaciones no verificadas en redes sociales elevan la cifra a hasta 40 aeronaves afectadas, entre ellas cazas Su-57. El ataque también evadió con éxito los sistemas antiaéreos rusos, ya que muchos drones fueron activados desde puntos internos de Rusia.

El valor de las pérdidas estimadas por Ucrania asciende a 7.000 millones de dólares. Rusia, por su parte, admitió el incendio en varias aeronaves pero no confirmó el número de bajas materiales. El Ministerio de Defensa ruso informó la destrucción de 160 drones ucranianos, sin especificar el total de equipos alcanzados.

Los bombarderos atacados han sido los principales responsables de los lanzamientos de misiles de largo alcance contra territorio ucraniano en los últimos meses.

🕊️ Contexto Diplomático y Escalada Rusa

El ataque sucedió antes de las supuestas negociaciones de paz en Estambul, donde Rusia ha exigido que le cedan los territorios ucranianos ocupados por Rusia permanentes y que limitación el tamaño del ejército ucraniano, lo que permitiría a Putin continuar ocupando ilegalmente terreno, condiciones rechazadas por Kiev. Como represalia a los últimos ataques, Moscú lanzó la noche siguiente una ofensiva aérea masiva, utilizando 112 drones contra ciudades ucranianas como Járkov y Dnipro.

Dmitry Medvedev, ex presidente y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, calificó la ofensiva ucraniana como una “provocación suicida” y advirtió que las respuestas futuras “no tendrán límites”.

🇺🇸 Reacción de Donald Trump y Riesgo para Tropas de EE. UU.

El expresidente Donald J. Trump, en una declaración publicada hoy en su plataforma Truth Social, expresó su alarma por la escalada del conflicto y advirtió que este ataque puede abrir la puerta a una implicación directa de los Estados Unidos en una guerra total con Rusia:

“Ucrania está cruzando líneas peligrosas con el respaldo ciego de Biden. ¿Qué pasa si Rusia contraataca más allá de Ucrania? Nuestros soldados podrían ser arrastrados a otra guerra que no podemos ganar. ¡Ni un solo soldado estadounidense debería morir por este desastre armado por los demócratas!”

Funcionarios del Pentágono han negado por el momento haber ordenado el despliegue de tropas estadounidenses a zonas cercanas al conflicto, pero fuentes de defensa han confirmado que se ha elevado el nivel de alerta en bases militares en Polonia, Rumanía y Alemania, y que equipos de respuesta rápida han sido preposicionados como medida preventiva.

Además, altos mandos militares estadounidenses han solicitado revisiones logísticas urgentes en bases de la OTAN ante un posible aumento de ataques cibernéticos o sabotajes por parte de operativos rusos.

⚠️ Implicaciones Estratégicas

El ataque ucraniano debilita considerablemente la capacidad rusa para ejecutar bombardeos estratégicos contra ciudades y objetivos energéticos. También obliga al Kremlin a reforzar defensas internas y reubicar recursos militares lejos del frente en Donetsk, donde las fuerzas rusas han estado presionando con mayor intensidad.