Inundaciones en Texas: Políticos y reporteros señalan a compañías que siembran nubes como posibles responsables

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7 julio 2025
Inundaciones en Texas: Políticos y reporteros señalan a compañías que siembran nubes como posibles responsables

Por Jose Vargas para TIVA TV | Julio 2025

Entre el 4 y 6 de julio de 2025, el condado de Kerr y zonas cercanas en Texas Hill Country sufrieron lluvias históricas que provocaron la crecida repentina del río Guadalupe en más de 8 metros en solo 45 minutos. El desastre dejó un saldo devastador: 82 muertos (incluyendo 28 niños) y 41 desaparecidos, entre ellos 10 niñas y una consejera del campamento Camp Mystic.

Este inusual comportamiento climático ha desatado una discusión en redes sociales entre ciudadanos y la empresa Rainmaker Technology Corporation, sacando a la luz información oficial que revela la participación activa de Texas en operaciones de geoingeniería que muchos desconocen. A ello se suma la alarma provocada por alertas de inundación enviadas demasiado tarde y la falta de sirenas en las zonas afectadas. En paralelo, el presidente Trump apoyó un proyecto de ley federal contra las estelas químicas (chemtrails) el mismo 6 de julio, lo que ha generado nuevas preguntas sobre las verdaderas causas de esta tragedia ecológica.


1. Operaciones de siembra en Texas

Desde 1967, el Texas Department of Licensing and Regulation (TDLR) supervisa proyectos de modificación climática que emplean yoduro de plata en hasta 31 millones de acres. El mapa oficial interactivo del programa estatal (“Weather Modification Program Map”) muestra claramente zonas donde aviones lanzaron químicos para inducir lluvia justo en los condados de Bandera, Medina y Kerr, pocos días antes de la catástrofe.

Estudios como el de Bommarito et al. (2019) sugieren que estas técnicas pueden aumentar las precipitaciones entre un 24 % y 44 %. Esto coincide con las lluvias récord registradas después de una prolongada sequía en la región. Para quienes deseen comprobar la legalidad y práctica de estas actividades, el propio estado de Texas ofrece un portal oficial:
👉 Weather Modification Frequently Asked Questions


2. Aparece compañía contratada para sembrar nubes sobre Texas

La conversación se intensificó en la red social X, donde varios reporteros y ciudadanos señalaron públicamente a la compañía Rainmaker Technology Corporation como posible responsable. Uno de sus fundadores respondió directamente, alegando que la empresa había dejado de operar el 2 de julio de 2025, dos días antes de las lluvias torrenciales.

La candidata republicana a representante por el Distrito 85 de Texas, Alexandra Schilling, compartió en su cuenta los mapas de vuelo de Rainmaker, evidenciando actividad hasta el 2 de julio. Por su parte, la reportera Merissa Hasen publicó imágenes de rutas de vuelo en las áreas afectadas y expresó:

“Estas empresas deberían ser clausuradas y deberían formar parte de la investigación en curso que estoy segura que el fiscal Paxton iniciará.”

Hasen formuló preguntas clave que han encendido la alarma pública:

  • ¿Cuántas de estas empresas participaron en los vuelos de siembra en esta ruta?

  • ¿Nuestro estado monitorea y lleva registro de estos vuelos?

  • ¿Qué efectos tienen estas siembras en el suelo, la saturación hídrica y los cultivos?

Estas dudas reavivan los cuestionamientos sobre la seguridad de la geoingeniería y el papel que pudo haber tenido en desencadenar la tragedia.


3. Trump apoya ley federal contra chemtrails mientras aún buscan sobrevivientes

El 6 de julio, el presidente Trump respaldó públicamente un proyecto presentado por la congresista Marjorie Taylor Greene que busca criminalizar la liberación de sustancias químicas en la atmósfera con fines de modificación climática —incluyendo las llamadas chemical trails. Trump calificó estas prácticas como una “ofensa grave” contra la población.

El lenguaje del proyecto apunta directamente a prácticas como la siembra de nubes, sugiriendo un reconocimiento tácito de técnicas reales de intervención atmosférica. La repentina presentación de esta ley levanta inquietudes sobre cuánto sabe el gobierno en torno a la relación entre la siembra registrada hasta el 2 de julio y el desastre ocurrido días después.


4. Paralelismo entre las inundaciones en Texas y el desastre de Dubái (2024)

El caso de Texas guarda similitudes con las lluvias extremas ocurridas en Dubái en abril de 2024, cuando cayeron 142 mm de lluvia en 24 horas, provocando al menos cinco muertes. Según informes de Bloomberg citados por el New York Times, el Centro Nacional de Meteorología de Emiratos Árabes Unidos admitió haber realizado entre seis y siete vuelos de siembra de nubes de uno a tres días antes del evento.

Aunque las autoridades negaron que la siembra fuera responsable, el patrón fue similar: lluvias extremas sobre terreno urbano no preparado, causando caos e inundaciones mortales.


5. Riesgos técnicos y éticos de la geoingeniería

La National Academy of Sciences (2003) y la World Meteorological Organization (2018) advierten que estas prácticas aún tienen alto grado de incertidumbre, baja capacidad de control y riesgos colaterales significativos.

Los estudios señalan que el impacto de estas tecnologías es, en el mejor de los casos, modesto (<10 %) y muy dependiente de las condiciones atmosféricas locales. Además, las operaciones con flares de yoduro de plata pueden incrementar partículas en el aire, afectando la salud respiratoria y aumentando la vulnerabilidad en áreas con infraestructuras precarias, como se evidenció en Texas.


Conclusión

Ante esta tragedia, crecen las voces que exigen una investigación urgente para determinar si la siembra de nubes fue un factor determinante en las inundaciones. Se pide además evidencia técnica para regular estas prácticas, así como posibles sanciones contra responsables.

Mientras tanto, continúan las labores de rescate de sobrevivientes y recuperación de cuerpos de las víctimas arrastradas por las aguas, mientras Texas enfrenta las secuelas de uno de los peores desastres naturales de su historia reciente.

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