Por José Joe Vargas
El Proyecto Genoma Humano Sintético (SynHG), financiado por el Wellcome Trust con £10 millones, busca sintetizar ADN humano desde cero, ha logrado sintetizar fragmentos de ADN humano, según un informe de la BBC (julio 2025), esto es presentado como un avance, pero el resultado de este proyecto, podría fracturar la humanidad al crear humanos sintéticos biológicamente incompatibles y socialmente disruptivos, amenazando la cohesión de la especie.
👉 Wellcome Trust: Synthetic human genomes
¿Qué es el Proyecto SynHG?
El ADN humano, con 3 mil millones de pares de bases en 46 cromosomas, codifica las instrucciones para la vida. El SynHG, liderado por el profesor Jason Chin, utiliza síntesis química e inteligencia artificial para diseñar genomas artificiales. Sus pasos incluyen:
👉 Principios del proyecto SynHG
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Síntesis química: Creación de fragmentos de ADN diseñados digitalmente.
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Ensamblaje: Unión de fragmentos en cromosomas funcionales.
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Integración: Inserción del ADN sintético en células humanas para estudiar su funcionalidad.
El objetivo inicial es sintetizar un cromosoma (2% del genoma) para terapias genéticas, pero a largo plazo podría generar organismos completos, planteando riesgos graves.
👉 ScienceAlert: Artificial human genome underway
Beneficios médicos potenciales
El SynHG podría desarrollar células resistentes a enfermedades como el cáncer o tejidos para trasplantes sin rechazo, permitiendo estudiar la regulación génica para tratar trastornos como la fibrosis quística. A diferencia de CRISPR, ofrece control total del genoma, ampliando posibilidades terapéuticas.
👉 The Guardian: Synthetic DNA project
Peligros de incompatibilidad biológica
La creación de humanos sintéticos con genomas artificiales podría generar incompatibilidades biológicas con humanos naturales, respaldadas por estudios en genética y biología sintética:
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Incompatibilidad reproductiva: Genomas sintéticos con alteraciones significativas podrían impedir la reproducción con humanos naturales. Estudios sobre híbridos interespecíficos, como mulas (Caballero et al., 2013), muestran que diferencias genómicas provocan esterilidad o defectos en la descendencia, aislando a los sintéticos como una nueva especie.
👉 Wikipedia: Biología sintética -
Alteraciones epigenéticas: La regulación génica depende de modificaciones epigenéticas, difíciles de replicar en genomas sintéticos. Errores epigenéticos, como los observados en clonación (Jaenisch & Bird, 2003), podrían causar anomalías o enfermedades en sintéticos, comprometiendo su viabilidad.
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Pérdida de diversidad genética: Diseñar genomas “óptimos” reduciría la variabilidad genética, esencial para la resiliencia frente a pandemias. La genética poblacional (Crow, 2002) demuestra que la diversidad protege contra extinciones masivas.
👉 Daedalus Journal – Human Differences -
Riesgos de integración ambiental: Organismos sintéticos liberados accidentalmente podrían competir con especies naturales, alterando ecosistemas. La biología sintética advierte sobre el impacto de organismos modificados en la biodiversidad (Redford et al., 2019).
👉 Wikipedia: Biología sintética
Problemas sociopolíticos de una nueva especie humana
La coexistencia de humanos naturales y sintéticos generaría conflictos sociopolíticos profundos, exacerbando desigualdades y tensiones históricas:
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Desigualdad genética:
El acceso a la tecnología, probablemente restringido a elites, crearía una clase de humanos “mejorados” con mayor inteligencia o longevidad, ampliando brechas sociales. Estudios sobre equidad en biotecnología (Benjamin, 2013) advierten sobre la exclusión de comunidades marginadas.
👉 Stanford Encyclopedia of Philosophy – Human Genome -
Discriminación y estigmatización: Los sintéticos podrían ser vistos como “antinaturales” o inferiores, mientras que ellos podrían considerarse superiores. La historia de conflictos raciales y culturales (Smedley & Smedley, 2012) sugiere que diferencias percibidas alimentarían rivalidades.
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Conflictos legales: Determinar los derechos de los sintéticos (ciudadanía, salud, herencia) generaría disputas. La bioética (Cho et al., 1999) cuestiona el estatus moral de organismos sintéticos, anticipando debates sobre su humanidad.
👉 NCBI – PMC Article -
Competencia por recursos: Si los sintéticos tienen ventajas diseñadas (menor necesidad de recursos), podrían dominar en empleo o política, desplazando a los naturales. La teoría evolutiva (Wilson, 2012) predice competencia entre grupos en nichos compartidos.
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Militarización: Gobiernos o corporaciones podrían usar sintéticos para fines bélicos, como soldados mejorados, desencadenando una carrera armamentística genética. La biología sintética (Tucker, 2012) destaca el riesgo de mal uso en bioterrorismo.
👉 NCBI – Biología Sintética y Seguridad -
Fragmentación social: Una nueva especie humana podría erosionar la cohesión social, generando movimientos separatistas o segregacionistas. La sociología de la identidad (Jenkins, 2014) muestra cómo las diferencias biológicas refuerzan divisiones grupales.
Implicaciones para la humanidad
La síntesis de genomas amenaza la unidad de la especie humana. La compatibilidad reproductiva y la diversidad genética han sostenido al Homo sapiens durante milenios (Reich et al., 2009). Crear subgrupos biológicamente distintos podría fragmentar la humanidad, generando conflictos económicos, políticos y bélicos, como advierten estudios sobre la gobernanza de biotecnologías (Jasanoff, 2016).
👉 Stanford Encyclopedia – Human Genome
Conclusión
El SynHG promete avances médicos, pero los riesgos de incompatibilidad biológica y conflictos sociopolíticos exigen cautela. La comunidad científica debe limitarse a aplicaciones terapéuticas, evitando la creación de humanos sintéticos. Un diálogo global urgente, respaldado por regulaciones estrictas, es esencial para proteger el futuro de la humanidad.
Fuentes:
BBC News, The Guardian, Wellcome Trust, ScienceAlert, The Independent, Science, Caballero et al., 2013; Jaenisch & Bird, 2003; Crow, 2002; Redford et al., 2019; Benjamin, 2013; Smedley & Smedley, 2012; Cho et al., 1999; Wilson, 2012; Tucker, 2012; Reich et al., 2009; Jasanoff, 2016.

