El estado de Virginia Occidental ha dado un paso significativo en la promoción de la salud pública al aprobar una legislación que prohíbe el uso de ciertos colorantes artificiales y aditivos químicos en los alimentos.
El proyecto de ley H.B. 2354, aprobado por el Senado estatal el 5 de marzo de 2025, busca eliminar siete colorantes sintéticos y dos químicos tóxicos de todos los alimentos vendidos y producidos en el estado.
Los colorantes afectados por esta prohibición incluyen Rojo Nº 3, Rojo Nº 40, Amarillo Nº 5, Amarillo Nº 6, Azul Nº 1, Azul Nº 2 y Verde Nº 3. Además, se prohibirán el BHA (hidroxianisol butilado) y el propilparabeno, aditivos relacionados con riesgos para la salud, como problemas neuroconductuales en niños y potenciales efectos cancerígenos.
La implementación de esta medida se llevará a cabo en dos fases. Inicialmente, a partir del 1 de agosto de 2025, se prohibirá el uso de estos aditivos en los programas de nutrición escolar, con excepciones para eventos de recaudación de fondos fuera del horario escolar. Posteriormente, la prohibición se extenderá a nivel estatal en todos los productos alimenticios. Aunque la Cámara de Delegados propuso que esta ampliación entrara en vigor el 1 de enero de 2027, el Senado aprobó una enmienda para retrasar la fecha hasta 2028. Esta discrepancia deberá resolverse antes de la promulgación final de la ley.
La aprobación de esta legislación ha sido respaldada por organizaciones como el Environmental Working Group (EWG), que destaca la importancia de proteger a la población, especialmente a los niños, de químicos alimentarios nocivos. Scott Faber, vicepresidente senior de asuntos gubernamentales del EWG, señaló que esta iniciativa coloca a Virginia Occidental a la vanguardia de la seguridad alimentaria y refleja una creciente tendencia nacional para eliminar sustancias peligrosas de los alimentos.
Sin embargo, la medida también ha enfrentado críticas. La Asociación Nacional de Confiteros (National Confectioners Association) argumenta que la prohibición podría aumentar los costos de los alimentos en Virginia Occidental y considera que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) debería ser la entidad encargada de regular estos aditivos a nivel nacional.
Esta acción de Virginia Occidental se suma a esfuerzos similares en otros estados. Por ejemplo, California prohibió el uso del colorante Rojo Nº 3 en 2023, y otros estados, como Illinois, han introducido legislaciones para restringir el uso de ciertos aditivos alimentarios.
En Puerto Rico, sin embargo, los senadores continúan perdiendo el tiempo haciendo mociones de reconocimiento y felicitaciones, además de presentar proyectos que, lejos de resolver asuntos, solo los complican más.
Esta es una excelente oportunidad para demostrar que en la Legislatura hay al menos un legislador comprometido con la salud y el bienestar de la población. Habrá que ver si hay babilla, no solo para presentar un proyecto similar con fines de un tour mediático, sino para hacer el verdadero trabajo de cabildeo y garantizar que la medida se convierta en ley.
El reto está en la mesa: ¿algún legislador se atreverá a seguir el ejemplo de Virginia Occidental y tomar acción real en beneficio del pueblo?