TIVA TV – Reportaje Especial
Por: Redacción Investigativa
Cada año, millones de recién nacidos en todo el mundo son vacunados al nacer. Esto se ha presentado como una “medida preventiva esencial”, un paso más del protocolo médico moderno. Sin embargo, estudios científicos dados a conocer por voces crecientes dentro de la comunidad médica independiente, científicos críticos y padres informados cuestionan si estamos realmente protegiendo a nuestros hijos… o poniéndolos en riesgo innecesario para beneficiar a una industria multimillonaria.
No inmunizan: preparan el terreno para una vida entera de intervenciones médicas fabricadas.
Los bebés, al nacer, cuentan con un sistema inmunológico inmaduro. Durante los primeros meses de vida, dependen de los anticuerpos que reciben de la madre, tanto en el útero como a través de la lactancia. Numerosos estudios científicos reconocen que los recién nacidos no desarrollan una respuesta inmunológica a las vacunas, y que incluso algunas de ellas no producen inmunidad.
Entonces, ¿por qué se insisten en vacunas desde el nacimiento?
Una nefasta iniciación
Las vacunas a los bebés recién nacidos representan una nefasta iniciación a un mundo de deficiencia inmunológica. Lejos de fortalecer, debilitan y castran un sistema inmunológico que aún está inmaduro, exponiendo al bebé a efectos adversos peligrosos desde sus primeros días de vida.
Quienes defienden esta práctica la justifican diciendo que es “para que el sistema inmunológico se vaya familiarizando con los antígenos”. Pero hablando claro: lo que realmente hacen es forzar al sistema inmunológico tierno y no desarrollado del bebé a aceptar estas agresiones, quedándole como única respuesta el aguantar… y eventualmente tolerar no solo esta vacuna, sino todas las que el negocio farmacéutico vaya añadiendo al calendario.
Estas primeras vacunas actúan como una especie de interfaz artificial que condiciona al cuerpo humano a la dependencia de futuras vacunas. El efecto es similar al de administrar pequeñas dosis de una droga para crear un adicto: se entrena al organismo a aceptar pasivamente una invasión tras otra.
Una industria con intereses claros
La industria farmacéutica genera miles de millones de dólares anualmente con la venta de vacunas. Solo el mercado de vacunas infantiles alcanza cifras superiores a 60 mil millones de dólares al año. Estas ganancias no solo se dan por la venta directa, sino por los acuerdos con gobiernos, incentivos a médicos y campañas patrocinadas de “educación” en medios.
Empresas farmacéuticas financian estudios que luego son utilizados por organismos reguladores como evidencia de seguridad. Y peor aún: muchos de estos estudios no evalúan efectos a largo plazo, sino únicamente reacciones inmediatas.
Reacciones adversas ignoradas
Aunque los medios y las autoridades frecuentemente insisten en que las vacunas son “seguras”, las estadísticas cuentan otra historia:
-
Convulsiones febriles,
-
Llanto inconsolable,
-
Episodios de hipotonía,
-
Apnea
-
Fiebre alta,
son comunes en bebés vacunados.
Casos más graves como encefalitis, trastornos del desarrollo, e incluso muertes súbitas han sido reportadas y asociadas con vacunaciones, aunque rara vez se reconocen oficialmente como efectos secundarios.
En Puerto Rico y muchas otras jurisdicciones, los reportes de reacciones adversas son subnotificados y raramente investigados. En la mayoría de los casos de muerte de un infante como consecuencia de las vacunas, se le reporta como muerte de cuna.
Muerte de cuna o por va-cuna
La muerte de cuna, también conocida como SIDS (Sudden Infant Death Syndrome), es la muerte repentina e «inexplicable» de un bebé menor de un año, generalmente mientras duerme, sin que se pueda identificar una causa clara incluso después de una autopsia, revisión clínica y evaluación del entorno. Cuando se refiere a una causa clara es que no se puede encontrar otra razón que no sea la vacunación reciente.
Características comunes de la muerte de cuna
-
Ocurre normalmente entre los 2 y 4 meses de edad.
-
Afecta con mayor frecuencia a bebés varones que a hembras.
-
Sucede mientras el bebé duerme, sin mostrar señales previas de sufrimiento o enfermedad.
-
Es, además, una de las principales causas de muerte en infantes en países desarrollados.
Vulnerabilidad biológica en varones
Nótese que, al igual que en los casos de autismo, la incidencia de la muerte de cuna es mayor en varones.
En el caso del autismo, diversos estudios han identificado que los niños varones son hasta cuatro veces más propensos a ser diagnosticados que las niñas. Esta diferencia se atribuye a factores como la influencia de hormonas sexuales (como la testosterona) en el desarrollo cerebral, así como a diferencias genéticas y epigenéticas que hacen al cerebro masculino más vulnerable a ciertos trastornos del neurodesarrollo.
Esta vulnerabilidad biológica podría explicar por qué, también en eventos como la muerte de cuna, los varones presentan mayor susceptibilidad a los daños ocasionados por la vacunación.
Más vacunación, más riesgo
Otro dato significativo es que la ocurrencia de muertes de cuna es mayor en países desarrollados, precisamente donde la tasa de vacunación infantil es mucho más alta.
Vacunas obligatorias, ¿decisión médica o imposición estatal?
El calendario de vacunación infantil en Puerto Rico incluye más de 20 dosis distintas antes de los 2 años de edad, con requerimientos para ingreso a escuelas públicas y privadas. Los padres que quieren esperar o escoger vacunas son presionados, desinformados o incluso marginados por ejercer su derecho a decidir.
Las campañas de vacunación se presentan como acciones filantrópicas del Estado, pero en realidad están subvencionadas con fondos públicos que terminan en los bolsillos de empresas privadas. Esto no es prevención, es negocio con rostro de salud.
Conclusión
La vacunación masiva de infantes no puede verse como una estrategia de prevención de enfermedades; debe ser entendida como una puerta de entrada a un ciclo de dependencia médica de por vida. Desde el primer pinchazo, se inicia un proceso que no solo altera un sistema inmunológico en formación, sino que prepara el terreno para un futuro de condiciones crónicas, trastornos autoinmunes, alergias, y múltiples patologías que, casualmente, encuentran su «tratamiento» —pero rara vez su cura— en los mismos productos farmacéuticos promovidos por la industria que impulsó la vacunación inicial.
La presión por aumentar los calendarios vacunales no responde a la protección de la salud pública, sino que favorece la creación de clientes permanentes. Cada sistema inmunológico alterado, cada metabolismo dañado, cada condición neurológica emergente se traduce en más medicamentos, más consultas, más hospitalizaciones, más ganancias.
Lo que comenzó como una nefastísima iniciación a través de la vacunación infantil se convierte, a lo largo de toda la vida, en un camino controlado por la industria farmacéutica, donde la enfermedad es la norma y la salud natural es la excepción. La supuesta prevención se revela, entonces, como una inversión fría y calculada en la generación constante de pacientes.
Vacunar indiscriminadamente a infantes no solo marca su cuerpo; marca su destino. Los convierte, desde la cuna, en dependientes de un sistema médico que necesita que estén «no suficientemente enfermos para morir, pero nunca suficientemente sanos para vivir libres de medicamentos».
Y todo esto —presentado como un acto de «amor» y «cuidado»— es, en realidad, una traición silenciosa al derecho más fundamental: el derecho a una vida sana y autónoma.
📚 Listado de Fuentes para el Artículo
Sobre inmadurez inmunológica en neonatos:
-
Kollmann, T.R., Levy, O., Montgomery, R.R., Goriely, S. (2012). Innate Immune Function by Toll-like Receptors: Distinct Responses in Newborns and the Elderly. Immunity.
https://doi.org/10.1016/j.immuni.2012.03.019
Sobre las respuestas reducidas a vacunas en recién nacidos:
-
Siegrist, C.-A. (2018). Vaccine immunology. Vaccines, 7th Edition (Plotkin, Orenstein, Offit).
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/B9780323357616000040
Datos de muerte súbita infantil (SIDS) en países desarrollados:
-
Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Sudden Unexpected Infant Death and Sudden Infant Death Syndrome.
https://www.cdc.gov/sids/index.htm -
American Academy of Pediatrics. Sleep-Related Infant Deaths: Updated 2022 Recommendations for Reducing Infant Deaths in the Sleep Environment.
https://pediatrics.aappublications.org/content/early/2022/06/17/peds.2022-057990
Asociación propuesta entre vacunación y muerte súbita:
-
Miller, N.Z., Goldman, G.S. (2011). Infant mortality rates regressed against number of vaccine doses routinely given: Is there a biochemical or synergistic toxicity? Human & Experimental Toxicology.
https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/0960327111407644 -
Viera Scheibner, Ph.D. (1993). Vaccination: 100 Years of Orthodox Research Shows that Vaccines Represent a Medical Assault on the Immune System.
[ISBN: 064615124X] (libro de referencia crítica)
Sobre conflictos de interés en la industria farmacéutica:
-
Relman, A.S. (1980). The New Medical-Industrial Complex. New England Journal of Medicine.
https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJM198010233031705 -
Angell, M. (2004). The Truth About the Drug Companies: How They Deceive Us and What to Do About It. (Ex-editora del New England Journal of Medicine).
[ISBN: 0375508465]
Estadísticas de vacunación mundial:
-
UNICEF/WHO. Global vaccination coverage 2023.
https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/immunization-coverage -
World Bank. Child Immunization, DPT (% of children ages 12-23 months).
https://data.worldbank.org/indicator/SH.IMM.IDPT