Un terremoto de magnitud 7.0 ha sacudido la región de Lobuche en Nepal, causando una devastación significativa. Las autoridades locales han confirmado la muerte de al menos 157 personas y más de 150 heridos, lo que lo convierte en el sismo más mortífero en el país desde 2015.
El terremoto ha provocado el colapso de numerosos edificios, especialmente en áreas montañosas de difícil acceso, complicando las labores de rescate. La infraestructura en estas zonas, caracterizada por construcciones de barro y piedra en terrenos escarpados, ha contribuido a la magnitud de los daños.
Además, existe una creciente preocupación por la posibilidad de avalanchas en las montañas circundantes, que podrían afectar a las poblaciones locales. Las autoridades están evaluando el riesgo y han instado a los residentes a mantenerse alerta y seguir las indicaciones de seguridad.
Los equipos de rescate, incluyendo al Ejército nepalí, están trabajando intensamente para acceder a las zonas afectadas y brindar asistencia a los damnificados. Sin embargo, las condiciones geográficas y la falta de comunicaciones dificultan estas operaciones.
La comunidad internacional ha expresado su solidaridad con Nepal en este momento crítico, y se espera la llegada de ayuda humanitaria en las próximas horas para apoyar en las labores de rescate y reconstrucción.
Es fundamental que las personas en las áreas afectadas permanezcan en lugares seguros y estén preparadas para posibles réplicas o deslizamientos de tierra. Se recomienda tener a mano una mochila de emergencia con suministros básicos y seguir las instrucciones de las autoridades locales.