La Crisis de los Opioides y la Controversia de las Vacunas contra el COVID-19
La crisis de los opioides en Estados Unidos puso en evidencia cómo las grandes farmacéuticas promovieron productos sin advertir adecuadamente sobre sus efectos secundarios, generando una epidemia devastadora. Ahora, muchos cuestionan si algo similar ha sucedido con las vacunas contra el COVID-19. Desde su lanzamiento, las vacunas han sido objeto de debate, con preocupaciones sobre su seguridad, efectos secundarios y el papel de los gobiernos y las empresas farmacéuticas en su distribución.
El Paralelo con la Crisis de los Opioides
En la década de 1990, las compañías farmacéuticas comenzaron a promover agresivamente los opioides como un tratamiento «seguro y eficaz» para el dolor crónico. Empresas como Purdue Pharma, fabricante de OxyContin, aseguraron a médicos y pacientes que sus productos tenían un bajo riesgo de adicción. Sin embargo, a medida que su uso se expandió, se hizo evidente que estos fármacos eran altamente adictivos y peligrosos. Te mintieron una vez mas.
Ante el desastre humano y económico que la crisis de los opioides ha causado, los gobiernos estatales, municipales y tribales comenzaron a tomar medidas legales contra las compañías farmacéuticas y distribuidoras de opioides.
Las Acusaciones en las Demandas por Opioides
Las demandas se basan en varias acusaciones clave:
- Publicidad engañosa: Se acusa a las compañías farmacéuticas de minimizar los riesgos de adicción y promover los opioides como seguros.
- Sobreprescripción y comercialización agresiva: Se señala que los fabricantes incentivaron a los médicos para que recetaran opioides en exceso.
- Falta de control en la distribución: Los distribuidores mayoristas de medicamentos no informaron sobre la venta masiva de opioides, permitiendo que estos llegaran a manos equivocadas.
- Daño a la salud pública: Se argumenta que estas prácticas provocaron una epidemia de adicción, con consecuencias devastadoras para la sociedad y elevados costos para el sistema de salud.
Muchas de estas demandas siguen en litigio, pero en la mayoría de los casos, las farmacéuticas han llegado a acuerdos económicos para evitar procesos judiciales prolongados.
Las Similitudes con la Promoción de las Vacunas contra el COVID-19
Al observar el manejo de la pandemia del COVID-19, se pueden notar ciertas similitudes con la crisis de los opioides:
- Se promocionaron como seguras y efectivas sin estudios a mediano y largo plazo.
- Se incentivó a los médicos y profesionales de la salud para recomendarlas.
- Hubo falta de control en la administración masiva, incluyendo ferias y maratones de vacunación.
- Daño a la salud pública: Se han reportado efectos adversos como trombosis, miocarditis y otros miles de problemas de salud.
A simple vista, podría asumirse que, al igual que con los opioides, se avecina una ola de demandas contra las farmacéuticas responsables de las vacunas contra el COVID-19. Sin embargo, a diferencia de la crisis de los opioides, las compañías han tomado medidas para protegerse legalmente.
La Protección Legal de las Farmacéuticas en la Pandemia
Las farmacéuticas han aprendido de su experiencia con los opioides y modificaron su estrategia. Esta vez, no solo incentivaron a los médicos para que prescribieran su producto, sino que también involucraron directamente a los gobiernos.
Como resultado:
- Los gobiernos promovieron activamente las vacunas y aseguraron su seguridad, a pesar de la falta de datos, y datos que contradecian que eran seguras.
- Los informes sobre efectos adversos fueron retenidos intencionalmente y solo fueron revelados tras presión judicial.
- A los gobiernos se les otorgaron incentivos económicos, material, protocolos y directrices para impulsar las campañas de vacunación y censurar a cualquier voz y o producto que proveyera soluciones alternas de tratamiento.
Aún hoy, los gobiernos y sus departamentos de salud insisten en la seguridad de las vacunas, los que los hacen a ellos responsables de esta informacion falsa y no a las farmacéuticas. Aunque han comenzado a matizar su discurso, reconociendo que existen efectos adversos, persisten en el falso subterfugio de que los beneficios superan los riesgos. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, más efectos adversos seguirán saliendo a la luz, lo que continuará cambiando los datos y conclusiones hasta que no les quede otro remedio que reconocer su ineficacia y peligrosidad.
¿Habrá Demandas Masivas contra las Vacunas?
La pregunta es: ¿Quién demandará esta vez y cuánto tiempo tomará? Si bien las demandas contra las vacunas han comenzado a aparecer, la protección legal de las farmacéuticas es mucho mayor que en el caso de los opioides.
Lo más preocupante es que, aunque en el futuro se logren compensaciones económicas, el daño es irreparable para quienes han sufrido efectos adversos y para quienes han perdido a seres queridos debido a este nuevo escándalo de la industria farmacéutica.