Acusan a Jill Biden de negligencia y maltrato a envejecientes ante el deterioro mental y físico de Joe Biden

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30 mayo 2025
Acusan a Jill Biden de negligencia y maltrato a envejecientes ante el deterioro mental y físico de Joe Biden

Por José «Joe» Vargas

Washington, D.C., 31 de mayo de 2025

La exprimera dama Jill Biden enfrenta una tormenta política y mediática tras ser acusada de negligencia y presunto «abuso de mayores» por permitir que el expresidente Joe Biden —quien padece un cáncer de próstata metastásico y graves problemas cognitivos— continuara en cargos públicos sin transparentar su deterioro sanitario. Las acusaciones, respaldadas por informes médicos, testimonios internos y un libro explosivo, pintan un cuadro alarmante de encubrimiento y priorización de intereses políticos sobre la salud del exmandatario.


1. El diagnóstico oculto: Cáncer y deterioro cognitivo

El 18 de mayo de 2025, la oficina de Joe Biden confirmó que padece un cáncer de próstata agresivo (Gleason 9) con metástasis en los huesos, detectado tras meses de síntomas urinarios. Sin embargo, médicos como el oncólogo Ezekiel Emanuel afirman que la enfermedad ya existía durante su presidencia (2021-2025), cuestionando por qué no fue diagnosticada antes.

Pero el cáncer no es el único problema. Según el libro Original Sin de Jake Tapper y Alex Thompson, Biden sufría un evidente declive mental:

  • No reconocía a figuras cercanas como George Clooney

  • Olvidaba nombres de asesores clave y mostraba un «andar vacilante»

  • Su equipo debatió usar una silla de ruedas para evitar caídas en público

El informe del fiscal Robert Hur (2024) ya había encendido alarmas al describir a Biden como un «anciano con mala memoria» que no recordaba cuándo murió su hijo Beau ni el período en que fue vicepresidente.


2. Jill Biden en el ojo del huracán: ¿Cómplice?

Acusaciones clave:

  • Sally Quinn, columnista del Washington Post, la tildó de «abuso de mayores» por impulsar la reelección de Biden en 2024 pese a su deterioro: “Ella lo permitió. Es un flaco servicio al país”.

  • Leo Terrell, alto funcionario del Departamento de Justicia, sugirió cargos criminales contra Jill por «saber de su salud y ocultarlo».

  • Donald Trump Jr. insinuó en redes que Jill, con su doctorado en educación, debió detectar el cáncer antes.

Defensa de los Biden:

En The View (mayo 2025), Jill negó encubrir algo: “Lo vieron en la Oficina Oval, dando discursos. No estaba escondido”. Joe Biden calificó las acusaciones de infundadas.


3. El contexto político: Un legado en entredicho

El escándalo revive el fracaso de la campaña 2024, donde Biden abandonó la carrera tras un debate desastroso contra Trump. Ahora, con su cáncer y los señalamientos a Jill, surgen preguntas:

  • ¿Hubo presión familiar para mantenerlo en el poder?

  • ¿Priorizaron el control del Partido Demócrata sobre su bienestar?

Mientras tanto, el expresidente evalúa tratamientos para su cáncer, que médicos consideran «manejable pero incurable».


Conclusión: Un drama con víctimas y responsables

La polémica trasciende lo médico: es un reflejo de la cultura política tóxica, donde la imagen supera a la realidad. Jill Biden, educadora y figura pública, ahora carga con el peso de ser juzgada por lealtad o negligencia. Mientras, Joe Biden, un hombre marcado por tragedias —la muerte de su esposa e hijos, el cáncer de Beau—, enfrenta su batalla más íntima bajo el escrutinio público.

Fuentes: The Washington Post, The Hill, BBC, El Diario y documentos oficiales.

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