Por TIVA TV | Reportaje Especial
La legalización progresiva de la marihuana tanto con fines medicinales como recreativos ha sido celebrada por muchos sectores. Sin embargo, detrás de la aparente aceptación social y del argumento de que “es natural y no hace daño”, emergen estudios científicos y observaciones clínicas que alertan sobre sus verdaderos efectos en el cerebro humano, especialmente en áreas clave como la memoria, la motivación y el juicio crítico.
Daño a las funciones cognitivas
Numerosas investigaciones han confirmado que el uso habitual de marihuana —aun cuando sea considerada «medicinal»— afecta negativamente el hipocampo, región cerebral responsable de consolidar la memoria. También impacta la corteza prefrontal, la cual regula funciones como la toma de decisiones, el autocontrol, la concentración y el pensamiento crítico.
Lo más preocupante es que estos efectos pueden aparecer incluso en usuarios jóvenes y aparentemente sanos. “La marihuana crea una falsa sensación de bienestar. El usuario siente que piensa mejor, que está más relajado o más creativo, pero en realidad su capacidad para razonar con claridad y resolver problemas se ve mermada”, explica el neuropsicólogo Dr. Jorge Nieves.
Euforia engañosa: «Me hace bien»
Uno de los efectos más peligrosos de la marihuana es precisamente su habilidad para engañar al usuario, haciéndole creer que le está ayudando cuando en realidad está anestesiando síntomas o emociones que deberían ser atendidas de otra manera. Este fenómeno se conoce como disonancia neurocognitiva inducida por cannabis, donde el cerebro se convence a sí mismo de que está en equilibrio mientras va perdiendo capacidades lentamente.
¿Medicina o puerta de entrada?
Aunque algunas formas de marihuana medicinal se utilizan para aliviar dolores crónicos, náuseas en pacientes oncológicos o espasmos musculares, cada vez más expertos denuncian que se está usando de forma indiscriminada. “Se ha convertido en una especie de pastilla mágica para todo, desde el insomnio hasta la ansiedad, pero sin tratar las causas reales. Esto abre la puerta al uso recreativo disfrazado de necesidad médica”, indica la psiquiatra Dra. Angie González.
Daños acumulativos y riesgo en jóvenes
El impacto es aún más profundo en adolescentes y adultos jóvenes cuyo cerebro está en desarrollo. Estudios de la Universidad de Harvard y de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) han revelado que el uso regular de marihuana antes de los 25 años puede alterar permanentemente las conexiones neuronales, reduciendo el coeficiente intelectual, la motivación y la habilidad para establecer metas a largo plazo.
¿Una droga “light”?
Parte del peligro radica en la percepción social: muchos no la consideran una droga dañina. La industria y sus defensores promueven su consumo con campañas similares a las del tabaco en los años 50. Incluso cuando un usuario comienza a experimentar lentitud mental, falta de enfoque o cambios de humor, raramente lo asocia al cannabis, perpetuando así el círculo de uso.
Conclusión:
La marihuana, tanto medicinal como recreativa, no es inocua. Puede ser una herramienta útil en casos muy específicos bajo supervisión médica estricta, pero también puede convertirse en una droga altamente perjudicial que roba silenciosamente lo más valioso del ser humano: su capacidad de pensar con claridad y vivir con propósito.
En TIVA TV continuamos comprometidos con llevar información que no se encuentra en los medios tradicionales, para que nuestros televidentes tomen decisiones con conciencia, información y responsabilidad.