Por José Joe Vargas / Tiva TV
San Juan, 24 de octubre de 2025
Ponen en peligro las Terapias de Disfagia, Físicas, Terapias Acuáticas entre otras, debido a una carta circular donde Eliézer Ramos Parés alegadamente amenaza a los niños de Educación Especial con quitarles terapias que requieren para adquirir conocimiento, en los casos donde los impedimentos físicos o neurológicos requieren de estas intervenciones para superar las limitaciones que obstaculizan su aprendizaje en el ambiente escolar.
Padres y terapeutas levantan la voz ante la nueva Carta Circular Núm. 006-2025-2026, donde el Secretario de Educación parecería pretender redefinir los criterios para ofrecer servicios relacionados bajo el Programa de Educación Especial, creando una línea divisoria entre “servicios educativos” y “terapias clínicas”. En la práctica, esto alegadamente busca restringir servicios vitales que hoy reciben miles de estudiantes, entre ellos los de terapia de disfagia, sensorial, ocupacional y acuáticas, entre otros. Esta carta demostraría un posible desconocimiento educativo por parte de la Administración del Departamento de Educación.
📉 Una redefinición que amenaza el aprendizaje integral
Aunque el Secretario argumenta que el propósito es “garantizar el uso adecuado de los fondos públicos y evitar cubrir tratamientos médicos”, parecería que la política ignora que los servicios terapéuticos se ofrecen precisamente porque la existencia del impedimento tratado en la terapia busca reducir la incapacidad que tiene un estudiante para poder recibir nuevo conocimiento.
Para todo estudiante, la capacidad de ver, escuchar, sentir, tragar o procesar estímulos sensoriales es parte esencial del proceso de aprendizaje. Si uno de esos sentidos falla, el Estado tiene la obligación de proveer terapias que les permitan captar y retener conocimiento, siguiendo el procedimiento establecido por el Departamento de Educación —un procedimiento que alegadamente el Secretario quiere cambiar, para desproveer servicios garantizados por ley y por el derecho a una educación equitativa.
Sin las terapias que hoy día el Departamento de Educación y Remedio Provisional ofrece, los estudiantes quedarían sin las intervenciones educativas complementarias que les permiten participar plenamente en el entorno escolar.
⚠️ Un cambio que podría dejar a muchos sin apoyo
La nueva política dispone que solo los servicios “directamente vinculados con las metas del PEI” sean cubiertos por el Departamento, mientras que los demás se canalicen a planes médicos o agencias externas como Salud o ASSMCA. Esto parecería ignorar que la razón por la que históricamente se brindan estos servicios es por su impacto educativo, donde su ausencia interfiere directamente con la capacidad del estudiante para recibir información en el salón de clases.
Esto significa que si un niño requiere terapia para procesar sonidos, atemperar sus sentidos o mantener la atención, el Departamento podría alegadamente negar el servicio, argumentando que “no tiene fines educativos directos” y que las terapias están relacionadas a salud. Hasta este momento, los niños con impedimentos habían logrado asegurar todos los servicios relacionados a la educación, que ahora sorpresivamente el Secretario de Educación parecería querer limitar o eliminar.
Padres temen que esta clasificación deje a cientos de menores en un vacío legal, especialmente a aquellos que no cuentan con seguros médicos o cuyos planes no cubren terapias especializadas. Además, preocupa el impacto económico y laboral para los profesionales terapistas que podrían quedar fuera del sistema.
📚 El trasfondo jurídico y el peligro del retroceso
El pleito de clase Rosa Lydia Vélez v. Departamento de Educación obligó al Estado a garantizar una educación gratuita y apropiada (FAPE) a todos los estudiantes con discapacidad.
Esta nueva Carta Circular Núm. 006-2025-2026 parecería representar un retroceso frente a décadas de lucha por los derechos de los niños con impedimentos. “Decir que una terapia de disfagia no es educativa es desconocer cómo aprende un niño con problemas motores y sensoriales complejos. Sin esa terapia, en el aspecto de salud podría morir de asfixia, pero en el aspecto educativo podría fácilmente fracasar académicamente” al no tratar los problemas sensoriales que las evaluaciones identifican como las responsables de que el estudiante no pueda aprender de forma típica.
Resulta bochornoso que el Departamento de Educación de Puerto Rico aparentemente no entienda algo tan básico sobre los motivos por los cuales se otorgan las terapias que hoy se brindan.
🧩 Engaño institucional y confusión pública
Diversas voces dentro del sistema educativo alegan que el Secretario intenta redefinir el concepto de “educación especial” para reducir gastos a costa de la educación de los niños con discapacidades, en lugar de fortalecer la integración de terapias, recomendaciones y la creación de ubicaciones adecuadas para niños con impedimentos graves como el autismo —un grupo demográfico en constante crecimiento.
Padres consultados consideran esta medida un aparente engaño al pueblo, pues se presenta como una simple “clarificación de política pública”, cuando en realidad parecería buscar excluir servicios esenciales amparados por la Ley IDEA y el propio Programa Educativo Individualizado (PEI).
🗣️ Llamado a la acción
Organizaciones de padres y terapistas alegan que planean solicitar la intervención de la Legislatura y otras instancias para rescatar a los niños, argumentando que la nueva Carta Circular Núm. 006-2025-2026 “viola el espíritu de la Ley IDEA al limitar los medios por los cuales un estudiante puede acceder al aprendizaje”, y pone en peligro la continuidad de los planes de intervención terapéutica que hoy los niños impedidos reciben.
Si se eliminan estas terapias y se construye un Departamento de Educación que no ofrezca una educación inclusiva con el apoyo sensorial, físico y cognitivo que brindan estas intervenciones, parecería que se afectará gravemente la capacidad de cada niño para recibir e interpretar la información del entorno escolar.
“Negar una terapia sensorial o de disfagia es como pedirle a un estudiante ciego que lea sin braille o a uno sordo que escuche sin intérprete”, afirmó el 24 de octubre de 2025 una madre cuyo hijo de 8 años recibe terapia ocupacional en una escuela pública.

