No estamos seguros si como requisito para ser jefe en el Departamento de Salud hay que incluir en el résumé la soberbia y la pretensión, o si es que al llegar al cargo se contagian con el virus de la arrogancia. Esto parece ser el caso, ya que cuando hemos entrevistado tanto a la Dra. Melissa Marzán como a la Dra. Iris Cardona y se les hacen preguntas fuera de su libreto, estas se desencajan y vierten su furia contra el periodista o el medio que las entrevista.
Un profesional que domina su campo no debería temer ni solicitar que se le den las preguntas por adelantado. Tampoco debería sentirse amenazado por un periodista incisivo, alegando que por ser incisivo la incomodaron o le faltaron el respeto, especialmente cuando las entrevistas quedan grabadas y demuestran la realidad de lo sucedido. Sin embargo, estos funcionarios parecen estar acostumbrados a que los medios y periodistas financiados directa o indirectamente por su departamento se conviertan en sus relacionistas públicos.
Lo que aparentan olvidar estos funcionarios es que son servidores públicos y trabajan para todo el pueblo de Puerto Rico, incluyendo aquellos que disienten de sus posturas. Aún más allá, estos oficiales parecen no estar interesados en las preguntas de ciudadanos que no se conforman con la narrativa oficial y buscan respuestas más allá de lo que se les presenta. Ciudadanos que hacen lo que ellos deberían estar haciendo: cuestionar protocolos y directrices que provienen de intereses puramente económicos.
Estos funcionarios parecen ignorar a una creciente parte del pueblo que está despertando y aprendiendo más allá de la narrativa impuesta por la industria del interés económico. Sin embargo, cuando se trata de hacer imposiciones, obligar y hasta violentar derechos, ahí sí incluyen a todos sin distinción.
Como pueblo, exigimos transparencia y accesibilidad para preguntar y recibir respuestas. El Departamento de Salud, ni ningún otro departamento gubernamental, son fincas privadas ni clubes sociales exclusivos. Los ciudadanos merecemos funcionarios responsables, abiertos al escrutinio público y comprometidos con la verdad y el bienestar de la sociedad.
Por último, felicitamos al periodista Jesús Rodríguez García, a la Dra. Angie González, y a todos los demás que valientemente hacen las preguntas que hay que hacer.