¿Quién gobierna el Departamento de Salud? El ascenso de Iris Cardona y los intereses detrás de la vacunación en Puerto Rico / Parte 1

¿Quién gobierna el Departamento de Salud? El ascenso de Iris Cardona y los intereses detrás de la vacunación en Puerto Rico / Parte 1

Desde el 2002, la Dra. Iris Cardona ha ocupado un rol clave en el Departamento de Salud de Puerto Rico, siempre con un enfoque en un solo tema: la vacunación. Durante dos décadas, su labor ha estado marcada por la promoción y recomendación de vacunas, impulsando campañas y estrategias que han beneficiado principalmente a la industria farmacéutica.

Al inicio de la pandemia de COVID-19, el entonces secretario de Salud, Carlos Mellado, ofreció un mensaje de calma a la ciudadanía, recordando que el sistema inmunológico era la mejor defensa del cuerpo humano. Sin embargo, en el 2020, Iris Cardona fue ascendida de consultora médica del Programa de Vacunación a subsecretaria del Departamento de Salud en un movimiento que levantó sospechas, y cambio la narrativa del secretario. Un salto tan grande solo puede explicarse por la influencia de intereses poderosos que, poco después, comenzaron a imponer medidas draconianas como la obligatoriedad de vacunas, el Vacu-ID y otras disposiciones discriminatorias.

Durante su gestión, Mellado delegó constantemente en Cardona la representación del Departamento de Salud en la legislatura, donde, según testigos, acudía acompañada de directores de organizaciones dedicadas exclusivamente a la promoción de vacunas. En cada ponencia, su mensaje era claro: defensa total de la vacunación y negación de cualquier efecto adverso, incluso cuando la misma data de los fabricantes revelaba riesgos.

Más recientemente, Cardona calificó de «mentiroso» al periodista Jesús Rodríguez García cuando este le cuestionó sobre la información que Pfizer había liberado en los tribunales sobre los efectos adversos de sus vacunas. ¿Cómo es posible que una especialista en vacunación desconociera estos datos oficiales? La alternativa es aún más preocupante: que sí los conociera, pero decidiera ignorarlos deliberadamente.

Este patrón de conducta revela más que simple desconocimiento. Muestra una actitud de soberbia e impunidad, características comunes en aquellos que ascienden rápidamente al poder con el respaldo de grandes intereses. Esto descalifica a la Dra. Cardona no solo como subsecretaria y oficial médico principal, sino aún más para ocupar el puesto de secretaria de Salud.

Desde una perspectiva federal, su designación sería un error estratégico para Puerto Rico, ya que el nuevo secretario de Salud de los Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., ha dejado claro que su política no favorecerá la corrupción ni la manipulación de información en temas de salud pública. Su nombramiento podría traducirse en la pérdida de fondos federales para la isla.

Es momento de que la gobernadora demuestre quién está realmente al mando del país. El Departamento de Salud necesita líderes que protejan los derechos de todos los ciudadanos, sin importar sus decisiones médicas personales. No podemos permitir que funcionarios utilicen sus cargos para adelantar causas privadas a expensas del bienestar del pueblo.

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ByTIVA