Por Olga Ocasio
TIVA TV – Reportaje Especial
El reconocido patólogo estadounidense Dr. Ryan Cole ha lanzado una advertencia que ha resonado fuertemente en medios alternativos de salud: “La próxima epidemia será el cáncer inducido por las vacunas del COVID-19.” Según Cole, los datos clínicos y observacionales están comenzando a mostrar una preocupante tendencia: un aumento significativo en casos de cáncer agresivo, recurrente o de aparición súbita en personas que han recibido la vacuna.
Explosión de casos inexplicables
Uno de los testimonios que refuerzan esta alarmante afirmación proviene de un médico de cabecera en Irlanda con más de 40 años de experiencia, quien reportó que en solo cinco semanas observó una explosión de cánceres como nunca había visto en toda su carrera. Este patrón incluyó cánceres avanzados que aparecen sin previo aviso y progresan de manera extremadamente rápida, algo atípico para quienes antes eran considerados sanos o estaban bajo control médico.
¿Qué está ocurriendo?
Según el Dr. Cole, los mecanismos inmunológicos alterados por la inyección de ARNm podrían estar contribuyendo a este fenómeno. Su argumento se centra en que el sistema inmunológico, especialmente las células T y los linfocitos NK (natural killers), se ven debilitados o desregulados tras la vacunación, permitiendo que células cancerígenas antes controladas puedan proliferar sin oposición.
“Estamos viendo cánceres en personas jóvenes, progresiones que normalmente tomarían años sucediendo en semanas o meses. Esto no es normal, y debemos investigar profundamente,” — declaró el Dr. Cole.
Silencio institucional y censura
A pesar de los testimonios y datos emergentes, la mayoría de los grandes medios y agencias de salud continúan minimizando cualquier vínculo entre las vacunas y el cáncer. De hecho, muchos profesionales médicos que han intentado alertar sobre estos fenómenos han sido objeto de censura, pérdida de licencias, o ataques reputacionales.
El caso del Dr. Cole no es aislado. En múltiples países, médicos y patólogos independientes han empezado a notar patrones similares y a pedir investigaciones científicas abiertas y libres de conflictos de interés.
¿Qué sigue?
Desde TIVA TV, hacemos eco de la petición de miles de médicos honestos en todo el mundo: se debe investigar urgente y sin censura los efectos adversos a largo plazo de las vacunas COVID-19. La salud pública debe estar por encima de los intereses corporativos.