La Parguera se pudiera hundir como Venecia

La Parguera se pudiera hundir como Venecia

En su primer turno como candidato por nominación directa al Senado, Eliezer Molina lanzó una advertencia contundente sobre el futuro de uno de los tesoros naturales más preciados de Puerto Rico: el área de manglares de La Parguera en Guánica. Según Molina, si no se investigan y atienden las querellas relacionadas con construcciones ilegales en la zona, existe el riesgo de que esta emblemática área costera experimente un hundimiento similar al que enfrenta la ciudad de Venecia en Italia.

La Parguera es conocida por su belleza natural y su papel crucial en el ecosistema marino, pero también ha sido escenario de controversias debido a las construcciones ilegales y la falta de regulación efectiva. Durante su discurso, Molina enfatizó la necesidad urgente de acciones concretas por parte del gobierno y de las agencias ambientales. “Estamos ante un escenario catastrófico que podría ser irreversible si no actuamos ahora. La negligencia y la permisividad hacia la destrucción ambiental podría llevarnos a perder este valioso recurso”, declaró.

El paralelismo con Venecia no es exagerado. La ciudad italiana, famosa por sus canales y su rica historia, enfrenta un hundimiento progresivo debido a la combinación de actividades humanas y factores naturales como la subsidencia del terreno y el aumento del nivel del mar. La situación en La Parguera podría agravarse por razones similares, incluyendo la destrucción de manglares, que actúan como barreras naturales contra la erosión y la intrusión del agua salada, y la alteración de la hidrología costera debido a las construcciones ilegales.

Expertos en ecología y geología han advertido previamente sobre el impacto de la actividad humana en áreas costeras como La Parguera. Los manglares, además de ser un refugio para una gran variedad de especies, juegan un papel crucial en la estabilización del suelo y en la protección contra inundaciones. Sin embargo, la destrucción de estos ecosistemas para dar paso a proyectos urbanísticos y turísticos pone en riesgo no solo la biodiversidad, sino también la estabilidad del terreno.

Molina también hizo un llamado a las comunidades locales y a las organizaciones ambientales para que ejerzan presión sobre las autoridades. “No podemos permitir que la corrupción y la falta de fiscalización sigan destruyendo nuestros recursos. Este no es solo un problema de Guánica; es un problema de todo Puerto Rico”, afirmó.

El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), por su parte, ha enfrentado críticas por su manejo de las querellas relacionadas con las construcciones ilegales en La Parguera. Aunque la agencia ha anunciado en varias ocasiones medidas para regularizar y fiscalizar estas actividades, los resultados han sido limitados. La falta de recursos y de voluntad política han sido señaladas como las principales barreras para un cambio significativo.

La situación de La Parguera pone de manifiesto la necesidad de un enfoque integral que combine la conservación ambiental con el desarrollo sostenible. Mientras tanto, Eliezer Molina ha prometido que seguirá utilizando su plataforma como senador electo para llevar este y otros temas ambientales al debate público.

La Parguera es un tesoro natural que no solo pertenece a esta generación, sino también a las futuras. La pregunta ahora es si Puerto Rico estará a la altura del reto de protegerlo o si, como advierte Molina, veremos cómo se hunde, llevándose consigo parte de nuestra identidad y patrimonio.

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ByTIVA