Dr. Peter Maccullough opina que la proteína spike es un arma biológica

San Juan, Puerto Rico – En un video que se ha vuelto viral en la plataforma X (antes Twitter), el reconocido médico cardiólogo y epidemiólogo Dr. Peter McCullough emitió una de sus declaraciones más impactantes hasta la fecha, calificando la proteína spike —componente clave en las vacunas contra el COVID-19— como “el agente más perjudicial que ha visto en su carrera médica”.

“Como médico, nunca he visto algo tan perjudicial para el cuerpo humano. Invade el cerebro. Invade el corazón. Causa daño cerebral y cardíaco. Invade la médula ósea”, afirmó McCullough con evidente preocupación.

El especialista, quien se ha convertido en una figura internacional de referencia crítica frente a la gestión oficial de la pandemia, también alertó sobre los mecanismos de daño causados por esta proteína:

“Estimula a los anticuerpos a comenzar a atacar nuestras propias plaquetas y otras células en nuestro cuerpo. Causa coagulación sanguínea y daño a los vasos sanguíneos como nunca hemos visto. Datos de la Universidad de Pittsburgh sugieren que incluso puede causar cáncer.”

Según el Dr. McCullough, lo alarmante no es solamente la diversidad de sistemas afectados, sino la gravedad y amplitud del daño potencial:

“Desde cuándo tenemos una sola proteína que realmente daña el cerebro, el corazón, la médula ósea, el sistema inmunológico, causa coagulación sanguínea y potencialmente cáncer. Es un arma.”

Sus declaraciones no se detienen ahí. En el mismo video, menciona que ya existen publicaciones científicas que respaldan la clasificación de la proteína spike como arma biológica:

“De hecho, hay tres artículos —uno de Farca, publicado en Military Medicine, y dos de Yen, en Preprint— que han concluido que esto es un arma biológica. Según criterios militares estrictos, es un arma biológica.”

Estas afirmaciones han encendido nuevamente el debate sobre la seguridad a largo plazo de las vacunas y la transparencia de las autoridades regulatorias.

En Tiva TV seguiremos monitoreando el desarrollo de este tema, brindando espacio a voces alternativas en la comunidad médica que piden mayor vigilancia, estudios independientes y la rendición de cuentas de quienes autorizaron campañas masivas de inoculación sin datos a largo plazo.