Por José “Joe” Vargas | Tiva TV Noticias
Caracas, 15 de octubre de 2025
La tensión militar en el Caribe alcanzó niveles críticos este martes, luego de que un vuelo comercial con deportados venezolanos alegadamente fuera desviado hacia San Juan, Puerto Rico, en medio de un escenario aéreo dominado por la presencia de bombarderos estratégicos B-52 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos que habrían ingresado en la Región de Información de Vuelo (FIR) de Maiquetía, un espacio aéreo reclamado por Venezuela.
Fuentes aeronáuticas y analistas de defensa describen el episodio como un despliegue provocador que eleva el riesgo de una confrontación directa entre Washington y Caracas.
✈️ Un vuelo con destino incierto
El avión, identificado por rastreadores de tráfico aéreo como un Boeing 767-336(ER) bajo contrato con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), había despegado desde El Paso, Texas, con cerca de 150 ciudadanos venezolanos deportados dentro del marco de los nuevos acuerdos migratorios impulsados por la administración Trump.
Alegadamente, cuando la aeronave se aproximaba a las costas venezolanas para aterrizar en Maiquetía, el piloto recibió instrucciones de cambiar de rumbo por razones de seguridad inmediata. En ese mismo lapso, radares civiles habrían detectado la presencia de bombarderos B-52 identificados con los indicativos BUNNY01, BUNNY02 y BUNNY03, realizando maniobras sobre el mar Caribe a una distancia de entre 100 y 240 millas de Caracas.
Según reportes de redes OSINT, los bombarderos trazaron un patrón circular sobre las islas Gran Roque y La Orchila, bases estratégicas de las fuerzas armadas venezolanas, en lo que algunos analistas interpretaron como una señal de presión política y militar hacia el régimen de Nicolás Maduro.
💣 Escalada militar y mensajes cruzados
De acuerdo con informes de inteligencia abierta, los B-52 habrían despegado de la Base Aérea de Barksdale, Luisiana, a primeras horas de la madrugada, cruzando el Golfo de México y el Canal de Yucatán antes de entrar en la zona sur del Caribe.
El Departamento de Defensa estadounidense ha descrito estas operaciones como “misiones de disuasión de largo alcance”, supuestamente enfocadas en la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, el momento de los vuelos coincide con el anuncio del presidente Donald Trump de un “ataque cinético letal” contra un buque venezolano sospechoso de narcotráfico en aguas internacionales, incidente que dejó seis muertos y que Caracas calificó como un acto de guerra encubierta.
⚠️ Reacción desde Caracas
El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, denunció el sobrevuelo de aeronaves extranjeras como una “provocación imperialista” y habría ordenado la movilización de cazas Sukhoi Su-30MK2 junto con el despliegue de sistemas antiaéreos S-300 en la costa norte.
Por su parte, el presidente Nicolás Maduro anunció el inicio de ejercicios militares masivos con la participación de aproximadamente 200,000 efectivos, incluyendo milicias civiles, Guardia Nacional y fuerzas policiales, con el fin de “defender montañas, costas y fábricas” ante lo que calificó como una “invasión inminente”.
Mientras tanto, familiares de los deportados —ahora bajo custodia temporal del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en Puerto Rico— claman por respuestas sobre su estatus migratorio y las razones del desvío. “Mi hermano iba en ese vuelo; nadie nos explica nada”, expresó una de las parientes entrevistadas por medios locales.
🛰️ Movimientos en el Caribe
Fuentes independientes de seguimiento aéreo alegan que, durante las horas posteriores al incidente, dos de los bombarderos B-52 apagaron sus transpondedores, volviéndose invisibles para los radares civiles mientras se acercaban a la isla de La Orchila, que alberga radares rusos y baterías antiaéreas de largo alcance.
Casi simultáneamente, un C-17 Globemaster de transporte militar habría aterrizado en la Base Aérea de Ceiba, Puerto Rico, descargando equipo no especificado. En redes especializadas se mencionó la posibilidad de que se tratara de drones MQ-9 Reaper o municiones de apoyo para cazas F-35B, que estarían realizando patrullas en la región junto a aviones cisterna KC-46 Pegasus.
También se reportó el despegue de un AC-130J Ghostrider, conocido como “cañonero volador”, para una patrulla en el Caribe, cruzando presuntamente por el mismo corredor aéreo que Venezuela reclama como parte de su FIR.
Analistas del portal Zona Militar interpretan estos movimientos como ensayos de superioridad aérea más que simples misiones de rutina, al tiempo que fuentes del Pentágono sostienen que se trata de operaciones regulares contra el crimen transnacional.
🔥 Un Caribe en vilo
Con tropas estadounidenses desplegadas en diversas bases del Caribe y aviones estratégicos sobrevolando las cercanías de Venezuela, el ambiente geopolítico se mantiene cargado de incertidumbre.
La administración Trump ha reiterado su postura firme contra el régimen de Maduro y mantiene activa una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca a su captura.
Fuentes de inteligencia indican que la CIA habría intensificado sus operaciones en la región tras la reciente autorización presidencial para misiones encubiertas.
🌎 Diplomacia o detonante
El presunto desvío del vuelo de deportados y los sobrevuelos de bombarderos B-52 han puesto nuevamente al Caribe en el centro de la atención mundial.
Mientras en Caracas se multiplican las órdenes de defensa y en Puerto Rico se refuerzan instalaciones militares, los observadores internacionales advierten que una mala lectura de los movimientos de ambas potencias podría encender una chispa de proporciones impredecibles.
El Caribe observa, expectante, si este pulso terminará en una nueva ronda de diplomacia… o en una peligrosa confrontación abierta.
📎 Con información de Lapatilla.com, OSINT Sources, The War Zone, y reportes de defensa internacionales.
📡 Redacción: José “Joe” Vargas para Tiva TV Noticias.