En una audiencia de confirmación que promete ser tensa, Robert F. Kennedy Jr., nominado por el presidente Donald Trump para dirigir el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), enfatizará que no es «anti-vacunas» cuando comparezca ante el Congreso el miércoles.
«Quiero asegurarme de que el Comité tenga claridad sobre algunos puntos. Se ha informado que soy anti-vacunas o anti-industria. No soy ninguno de los dos; soy pro-seguridad», dirá Kennedy en su declaración inicial ante el Comité de Finanzas del Senado, según informó Fox News.
Si es confirmado, Kennedy tendrá el control de 18 agencias federales clave, incluyendo los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y los Centros de Medicare y Medicaid Services.
Kennedy también aclarará que no es «enemigo de los productores de alimentos» y que su objetivo es colaborar con los agricultores y productores para eliminar regulaciones onerosas y fomentar la innovación estadounidense en la industria alimentaria.
Un Cambio en la Salud Pública
Si asume el liderazgo del HHS, Kennedy planea centrar la atención en la promoción de un estilo de vida saludable y en abordar las causas raíz de las enfermedades crónicas, lo que ha generado cierto respaldo bipartidista en el Congreso. Entre sus iniciativas destacan la revisión de las guías alimenticias y la reducción del consumo de alimentos ultraprocesados.
Kennedy argumentará que «Estados Unidos tiene peor salud que cualquier otra nación desarrollada, a pesar de gastar mucho más en atención médica». En su discurso, agradecerá al presidente Trump «por confiar en mí para cumplir su promesa de hacer que América sea saludable de nuevo».
Conclusión
Robert F. Kennedy Jr. enfrenta una de las confirmaciones más controvertidas del gabinete de Trump. Con el respaldo del presidente y la oposición tanto de demócratas como de ciertos sectores republicanos, su futuro en el Departamento de Salud y Servicios Humanos sigue siendo incierto. Mientras tanto, Kennedy sigue firme en su misión de reformar la salud pública y desafiar el status quo en el sistema médico estadounidense.