(HMPV) La más reciente pieza en el juego de plandemias.

(HMPV) La más reciente pieza en el juego de plandemias.

El metapneumovirus humano (HMPV) es un virus respiratorio que pertenece a la familia Paramyxoviridae, la misma que incluye otros virus respiratorios como el virus sincitial respiratorio (VSR) y el virus de la parainfluenza. Fue identificado por primera vez en 2001 en los Países Bajos, pero estudios retrospectivos sugieren que ha estado circulando en humanos durante décadas.

Características del HMPV

  • Síntomas comunes: Incluyen tos, congestión nasal, fiebre, dolor de garganta, dificultad para respirar y cansancio. Como cualquier otro catarro o monga. En casos de personas con sistemas inmunológicos comprometidos, puede causar bronquiolitis, neumonía o exacerbaciones de enfermedades respiratorias preexistentes como el asma.
  • Grupos de riesgo: Todas las personas inmunodeprimidas y con enfermedades crónicas respiratorias.

Origen del virus

El HMPV se cree que es zoonótico en origen, similar a otros virus de la misma familia. Estudios sugieren que pudo haberse originado en aves, ya que su estructura genética tiene similitudes con el metapneumovirus aviario.

Transmisión

El HMPV se propaga de manera similar a otros virus respiratorios:

  1. Gotículas respiratorias: A través de la tos, estornudos o habla.
  2. Superficies contaminadas: Contacto con superficies que contienen el virus, seguido de tocarse los ojos, nariz o boca. Ojo ya vienen con la mascarilla.
  3. Contacto cercano: Especialmente en entornos cerrados o con contacto prolongado. Ojo, ya vienen con el distanciamiento social aunque ya se ha reconocido que esto es un disparate.

El paso de virus como el metapneumovirus de origen aviario a los humanos ocurre a través de un proceso conocido como salto zoonótico, donde un patógeno que originalmente infecta a una especie animal «adquiere» (con la ayudita de ciertos laboratorios y experimentos), la capacidad de infectar a otra especie, en este caso, los humanos. Aunque el metapneumovirus humano (HMPV) ya se transmite exclusivamente entre humanos, su origen aviario sugiere cómo este tipo de virus puede haber llegado inicialmente a nuestra especie.

Cómo ocurre el salto zoonótico

  1. Contacto cercano entre aves y humanos:
    • La interacción frecuente con aves infectadas, especialmente en entornos como granjas avícolas, mercados de animales vivos o durante la manipulación de aves enfermas, aumenta el riesgo de exposición a virus que estas puedan portar.
    • Las secreciones respiratorias, heces o fluidos corporales de las aves pueden contener partículas virales que las personas pueden inhalar o entrar en contacto a través de heridas en la piel o membranas mucosas.
  2. Mutaciones genéticas:
    • Los virus zoonóticos, como los de la familia Paramyxoviridae, son propensos a sufrir mutaciones. En algunos casos, estas mutaciones les permiten infectar células humanas al unirse a receptores celulares específicos en el sistema respiratorio.
    • Este cambio puede ser facilitado por una alta densidad de animales en contacto con humanos, proporcionando oportunidades para la evolución viral.
  3. Reordenamiento genético (reassortment):
    • En algunos casos, un virus aviar puede infectar a un huésped intermediario, como cerdos u otros mamíferos, y mezclarse genéticamente con virus ya presentes en ese huésped. Esto puede generar una variante capaz de infectar a humanos. (sin querer queriendo)

Factores que facilitan el salto zoonótico

  • Mercados de animales vivos: Estos lugares concentran múltiples especies animales, facilitando la mezcla de virus entre huéspedes.
  • Intensificación de la agricultura: La crianza intensiva de aves en grandes números aumenta la probabilidad de que virus zoonóticos se propaguen y muten. (ya saben por donde vienen con esta)
  • Deforestación y urbanización: La alteración de hábitats naturales aumenta el contacto entre humanos y animales silvestres.
  • Falta de medidas de bioseguridad: La exposición frecuente sin precauciones adecuadas eleva el riesgo de transmisión.

Riesgos asociados con aves crudas o mal manipuladas:

El riesgo de transmisión zoonótica puede aumentar si las aves están infectadas y no se manejan adecuadamente. Algunos factores que podrían contribuir son:

  • Manipulación de aves crudas: Al preparar aves infectadas, las personas pueden exponerse a secreciones respiratorias o heces que contengan el virus.
  • Contaminación cruzada: Si superficies, utensilios o manos contaminadas entran en contacto con alimentos que no serán cocinados (ensaladas, frutas, etc.), puede ocurrir transmisión.

El consumo directo de carne de ave aunque no se menciona como posible vector principal para virus respiratorios como el HMPV, otras enfermedades zoonóticas, como la gripe aviar (influenza aviar), pueden transmitirse si una persona consume carne o productos aviares contaminados.

Conclusión

Es imprescindible mantener un sistema inmune saludable como primera línea de defensa contra amenazas como el metapneumovirus humano y otros patógenos emergentes. Tal como hemos discutido a través de este medio, un sistema inmunológico fuerte no solo nos protege de enfermedades, sino que también nos permite afrontar con mayor resiliencia los retos de salud pública que parecen estar en aumento.

En un mundo donde las amenazas biológicas se están convirtiendo en piezas reutilizables en el juego político global, es vital tomar conciencia de la importancia de nuestras decisiones personales. Mantener una alimentación balanceada, realizar ejercicio regular, reducir el estrés y adoptar hábitos de vida saludables son herramientas clave para fortalecer nuestro sistema inmunológico.

En este contexto, es nuestra responsabilidad no solo proteger nuestra salud, sino también cuestionar estas amenazas y su uso en la dinámica política global. La educación y el cuidado personal son las mejores defensas en un tablero donde las piezas parecen moverse con intereses más allá de lo evidente.

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ByTIVA