Por José «Joe» Vargas para TIVA TV
San Juan, 15 de julio de 2025 – Un estudio reciente publicado por la revista médica Cureus ha despertado preocupación entre pediatras, familias y autoridades de salud a nivel internacional al demostrarse que los campos electromagnéticos de radiofrecuencia (CEM-RF) —como los emitidos por celulares, Wi-Fi y antenas de telecomunicaciones— podrían estar causando retrasos en el desarrollo neurológico de los bebés.
Alerta que en Puerto Rico, el Departamento de Salud parece desconocer, a la vez que obliga a que se reevalúe el Proyecto de la Cámara 663, que reducía la instalación de antenas en áreas residenciales y en hospitales.
📊 ¿Cómo se hizo el estudio?
Un estudio minucioso, titulado “Radiofrequency Electromagnetic Field Emissions and Neurodevelopmental Outcomes in Infants: A Prospective Cohort Study”, siguió a 250 mujeres embarazadas en EE. UU. desde el primer trimestre hasta que sus hijos cumplieron 2 años.
Las futuras madres:
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Usaron sensores especiales que medían cuánta radiación electromagnética recibían en su día a día.
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Llenaron cuestionarios sobre cuántas horas usaban el celular, si dormían con el Wi-Fi encendido y si vivían cerca de torres de telecomunicaciones.
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Finalmente, se evaluó a sus bebés a los 6, 12 y 24 meses con pruebas estándar que miden cómo piensan, cómo se mueven y cómo se comunican.
📉 ¿Qué se descubrió?
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Lenguaje:
Los niños con más exposición durante el embarazo tuvieron entre 12% y 18% más de probabilidad de presentar retrasos en hablar o entender instrucciones básicas a los 2 años. -
Atención:
A los 12 y 24 meses, también mostraban menor capacidad para enfocarse o responder a sonidos y estímulos visuales. -
Desarrollo motor:
No se encontraron efectos en cómo se movían, gateaban o caminaban. -
Etapa más crítica:
Los daños más marcados ocurrieron cuando la exposición fue durante el segundo y tercer trimestre del embarazo.
🔬 ¿Qué podría estar pasando dentro del cerebro?
Los científicos sugieren varias hipótesis:
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Los CEM-RF podrían provocar estrés oxidativo, que daña las células del cerebro.
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Podrían alterar la manera en que las neuronas se comunican.
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Incluso podrían provocar cambios epigenéticos, es decir, modificar cómo se expresan ciertos genes durante la formación del cerebro.
⚠️ ¿Qué significa esto para Puerto Rico?
En Puerto Rico, el riesgo podría ser aún mayor:
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Tras el huracán María, la infraestructura 5G creció un 35% entre 2020 y 2024.
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El 92% de los puertorriqueños usa el celular a diario, una de las tasas más altas del Caribe.
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En zonas como San Juan, Bayamón y Carolina hay una alta concentración de antenas, muchas de ellas cerca de residencias y hospitales.
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Investigadores de la Universidad de Puerto Rico ya habían medido altos niveles de radiación electromagnética en urbanizaciones del área metropolitana.
🩺 ¿Qué deben hacer los pediatras y ginecólogos?
Este estudio representa una llamada urgente para el personal de salud infantil. Las acciones recomendadas incluyen:
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Educar a las familias:
Explicar que es mejor apagar el Wi-Fi por la noche, no dormir con el celular al lado de la barriga durante el embarazo y usar audífonos o manos libres. -
Monitorear más de cerca a los bebés:
Inscribirlos en programas de Educación Temprana para monitorear sus destrezas básicas de aprendizaje. Usar herramientas como la Escala Bayley-III o los cuestionarios ASQ-3 para detectar señales tempranas de retrasos. -
Impulsar políticas públicas y aprobar el Proyecto de la Cámara 663:
Este proyecto, titulado “La Ley de Seguridad Ciudadana sobre la Construcción, Instalación y Ubicación de Torres de Telecomunicaciones”, fue aprobado por la Cámara el 25 de junio de 2023 pero no se vio en el Senado.-
Establece distancias mínimas obligatorias (equivalentes a la altura de la torre más un 10% adicional o un radio fijo definido) entre antenas y zonas residenciales, colegios y hospitales.
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Exige notificación directa a residentes colindantes y vistas públicas obligatorias antes de emitir permisos.
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Da potestad a la OGPe para denegar solicitudes que no respeten estos criterios.
Esta regulación busca reducir drásticamente el número de permisos de instalación en áreas pobladas, atendiendo directamente la urgencia de proteger el desarrollo neurológico de la infancia frente a niveles elevados de exposición, tal como sugiere el estudio de Cureus.
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Trabajar junto al Secretario de Salud de Puerto Rico para establecer guías sobre niveles seguros de exposición, especialmente en comunidades de alta concentración residencial.
📚 Otras fuentes que confirman el riesgo
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La American Academy of Pediatrics (2005) advirtió que los cerebros en desarrollo son más sensibles a las radiaciones.
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Un estudio de 2014 en BioMed Research International encontró que los tejidos fetales absorben más CEM-RF, afectando su desarrollo.
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La OMS (2020) clasifica este tema como una prioridad mundial de investigación.
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Un estudio en Environmental Research (2023) detectó alteraciones cognitivas a los 3 años por exposición prenatal.
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Investigaciones de la UPR (2023) documentaron niveles elevados de radiación cerca de torres de telecomunicaciones en Puerto Rico.
🔚 Conclusión
Puerto Rico se encuentra en un punto crítico: el uso intensivo de tecnologías inalámbricas ha mejorado las comunicaciones, pero también puede estar afectando el desarrollo de los más vulnerables. Este estudio invita a un debate urgente y a acciones concretas para proteger la salud neurológica de los bebés.
Los pediatras deben ser los primeros en alzar la voz, liderar la educación a padres y promover estudios más profundos sobre el impacto de la tecnología en la infancia puertorriqueña.
Pero en ausencia de ellos, los padres y abuelos de los niños afectados por estas ondas no pueden quedarse callados, y menos ahora que tienen herramientas como estos estudios que científicamente orientan sobre los daños a la salud que estas ondas provocan en los infantes.
📖 Lee el estudio completo aquí:
Radiofrequency Electromagnetic Field Emissions and Neurodevelopmental Outcomes in Infants – Cureus, 2025